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Comienza con “o”, termina con “o”, y debes consultarlo siempre antes de embarcarte en una empresa riesgosa. He aquí un acertijo que tiene respuestas distintas dependiendo de en qué momento de la historia se lance. Así, en el mundo antiguo de egipcios, griegos o romanos, la respuesta casi inequívoca hubiese sido “oráculo.”
¿Recuerdan La Ilíada y como los griegos, con ejército listo y todo, no podían zarpar hacia Troya porque los vientos no los acompañaban?
Ellos no tenían a Rubiera, y tuvieron que recurrir en cambio a un oráculo, específicamente al de Delfos, dedicado al dios Apolo. De cualquier manera, tenían un problema y acudieron a un oráculo para encontrar las respuestas necesarias para sobreponerse al mismo. No voy a hacerle spoilers a los que aún no han leído la Odisea, pero la respuesta que obtuvo Agamenón fue “inesperada”, por solo decir algo.
Si damos un salto de varios milenios hacia adelante, llegamos a la actualidad, donde los oráculos han “pasado de moda.” Pero hoy en día existe un término que cumple con las exigencias del acertijo, y ese término es “observatorio.” El Diccionario de la Real Academia define observatorio como el “lugar o posición que sirve para hacer observaciones” o el “conjunto del personal que, en instalaciones adecuadas y con los instrumentos apropiados, se dedica a observaciones, principalmente astronómicas o meteorológicas” (Real Academia Española, s.f., definiciones 1, 2). No obstante, no son esos observatorios a los que buscamos referirnos, más bien a una variación del término, más comúnmente asociada al advenimiento de la TICs.
Hoy en día existe mucha información en la web. Cuando digo mucha, estoy hablando de casi 4 billones de páginas web indexadas al tiempo de escribir esto (www.worldwidewebsize.com). Imagína realizar una busqueda online sobre una determinada tecnología que quieres implementar. Aparecerán muchas fuentes de información, no todas buenas. Habrán blogs con personas opinando, otros que simplemente usan un término para posicionarse, etc. Pero también hay tesis de grado, artículos científicos, libros, de todo. Puede parecer arbumador discernir que fuentes emplear, porque lo es. Pero a medida que vas buscando y conociendo un campo específico, podrás darte cuenta de que determinadas fuentes tienen muy buena calidad y son más confiables que otras.
En este punto, los llamados “observatorios tecnológicos” vienen de maravillas. Con estas herramientas puedes, entre otras cosas, automatizar los procesos de búsqueda y presentación de la información. La literatura los define como:
Una herramienta para realizar vigilancia tecnológica, que reconoce cambios en el dominio de la información que procesa, gestiona y observa. Por lo tanto, teniendo en cuenta comportamientos previos, puede avisar con antelación de ciertas variaciones o diferencias en parámetros que evalúa, generando un conocimiento con un alto nivel de importancia al ser actual y novedoso (Sarmiento Reyes, Delgado Fernández & Infante Abreu, 2019).
La siguiente pregunta lógica sería “¿qué es vigilancia tecnológica?” Para la Asociación Española de Normalización y Certificación, esta es:
El proceso organizado, selectivo y sistemático, para captar información del exterior y de la propia organización sobre ciencia y tecnología, seleccionarla, analizarla, difundirla y comunicarla, para convertirla en conocimiento con el fin de tomar decisiones con menor riesgo y poder anticiparse a los cambios (AENOR, 2018).
De acuerdo con Moyares Norchales & Infante Abreu, las finalidades de la vigilancia tecnológica (VT):
Están dirigidas a vigilar el comportamiento de los competidores del sector, monitorear los aspectos relacionados con el avance de las tecnologías, identificar las tecnologías emergentes y las que están obsoletas, reconocer las líneas de investigación que se están realizando y cuáles están ya desarrolladas, y proponer estrategias o políticas para realizar procesos de mejoramiento en las organizaciones (2016, p. 367).
Teniendo en cuenta esto último, podemos decir que la vigilancia tecnológica se inserta en una filosofía más amplia que es la de la inteligencia empresarial (IE). Citando a Van-Hau (2017), “más allá de contar con una definición aceptada y específica, la inteligencia empresarial se emplea como un término ´paraguas´ para describir procesos, conceptos y/o metodologías, que mejoran la toma de decisiones empleando sistemas de apollo basados en evidencias” (p. 112). Así, la IE apunta al estudio constante no solo de la tecnología, sino de los mercados, los consumidores, la regulación, etc.
A riesgo de simplificar demasiado, diremos que la IE es la filosofía de trabajo, la VT uno de los sistemas que la imlementan, y los observatorios una de las herramientas que componen esos sistemas. Y ya que estamos hablando de datos, veamos rápidamente algunos que muestran la creciente importancia de la IE para el desempeño empresarial. De acuerdo con Precedence Research, el mercado global de las herramientas para la IE se estimaba en alrededor de 27 billones de dólares al cierre de 2022 y se proyecta un crecimiento anual de aproximadamente 7% hasta 2032. Esta misma fuente señala que los sectores que más han adoptado esta filosofía son los de las TICs y el de las finanzas y la banca (2022).
Una encuesta de la firma Deloitte mostró que para las empresas cuyos directivos aplican procesos de toma de decisiones basados en datos, es 77% más probable cumplir con los objetivos del año (Davenport, 2019). Según un reporte de The Economist, en 2013 el 78% de las empresas encuestadas que dijeron encontrarse por delante de la competencia financieramente, también expresaron estar a la cabeza en la adopción de herramientas de IE (2013, p. 4).
Volviendo a los observatorios tecnológicos, podemos decir también que se los reconoce como:
Un catalizador de la inteligencia colectiva que abre la participación a un mayor número de agentes, y que requiere de un ambiente propicio para dar valor agregado a datos e información y conocimiento, a fin de activar el potencial humano de las organizaciones (Sarmiento Reyes, Delgado Fernández & Infante Abreu, 2019).
Pero, ¿cómo desplegar un observatorio para contribuir al sistema de vigilancia en tu organización? En general, obtendrás distintas respuestas en dependencia de a quién le preguntes. Cuba ha visto un crecimiento en el papel que juegan estas herramientas en la toma de decisiones a distintos niveles, tanto en la administración pública (Stable Rodríguez et al., 2021) como en el sector empresarial (Cossío Cárdenas et al., 2020).
Recientemente, Otto Batista Soler, Jefe del Área Comercial en Dofleini, me comentó sobre la respuesta de la empresa a esa pregunta:
DFL Observatorio.
DFL Observatorio es una plataforma que, a diferencia de otras que funcionan en un espacio físico definido, o de aquellas en las que se le presta el servicio de vigilancia a un tercero, se despliega en las propias capacidades de infraestructura tecnológica que tenga el cliente. Y esto tiene una razón sencilla: la amplia variedad de propósitos que pueden cumplir los observatorios tecnológicos. Se logra una simbiosis entre las necesidades de información del cliente, que solo él domina; y las capacidades de Dofleini para desarrollar el sistema que mejor pueda satisfacer esas necesidades.
Además de las funciones básicas de automatización de la búsqueda y presentación de la información que ya habíamos comentado arriba, Otto quizo destacar dos elementos que, según él, aportan mayor valor agregado a DFL Observatorio:
Muchas veces no es suficiente con una primera recogida de información, necesitas un poco más. Necesitas algo que nosotros hemos llamado “comité de expertos.” Especialmente cuando tengo mucha información, puedo encontrarme con resultados contradictorios, o con resultados que sigan caminos en paralelo, pero diferentes. Necesitaría definir, además de las fuentes de información válidas para mi, cuáles son los expertos con los que puedo debatir y contrastar esa información que he recopilado.
Entonces la idea es utilizar la plataforma en línea para contactar con ese experto cuando tenga una duda, ya sea para aclararla en el momento, o para identificar dónde hay una laguna que necesita más investigación. En ese sentido la plataforma se volvería un ecosistema de conocimiento donde intervienen fuentes de información y expertos.
Otro elemento importante a tener en cuenta es que no toda la información que yo pueda necesitar se encuentra indexada en línea. Puede ser que se encuentre en servidores privados de la empresa o incluso en servicios de alojamiento como Google Drive, que no indexan la información que está allí, a no ser para el usuario en cuestión; incluso puedo necesitar trabajar con los estados de cuenta de la empresa de conjunto con información externa que haya recopilado. La plataforma permite eso, manteniendo la privacidad de las fuentes que así lo requieran. Creo que ese es uno de los elementos que aportan más valor, poder trabajar con información pública y privada en un mismo espacio.
En materia de infraestructura, en general cualquier entidad que cuente con conectividad podrá desplegar la plataforma. El desempeño de la misma, eso sí, dependerá de la velocidad de conexión, el ancho de banda y otros parámetros. Tampoco supone una carga excesiva en espacio de almacenamiento, ya que se basa, en su mayoría, en información que ya se encuentra alojada en la web. En lo que se refiere a las capacitación necesaria para operarla, sí existe una curva de aprendizaje, principalmente relacionada a los conocimientos de gestión de la información. No obstante, ahora mismo trabajan en realizar mejoras a la plataforma que apuntan, entre otras cosas, a facilitar su manejo por parte de los usuarios finales.
Para Dofleini, es importante decir que DFL Observatorio es aún una obra en construcción. De los contratos iniciales que han ejecutado, de manera exitosa, se han llevado valiosas retroalimentaciones que ahora aplican a la mejora continua de la plataforma. Y, aunque por el momento no se estén realizando nuevos despliegues de la misma, en poco tiempo esperan lanzarla nuevamente, con mayor capacidad y versatilidad, para seguir contribuyendo a catapultar los sistemas de vigilancia tecnológica de entidades cubanas al siguiente nivel.
Antes de terminar, quiero recomendarles el Observatorio Cubano de Ciencias Económicas (https://observatorio.anec.cu), desarrollado por la Asociación Nacional de Economistas y Contadores, y soportado sobre la plataforma tecnológica de DFL Observatorio. Como punto importante, este sistema de información es de acceso público y contiene el grueso del conocimiento económico que se genera en el país. Es un ejemplo del diálogo entre la información y el conocimiento con la sociedad, que todas las entidades nacionales están llamadas a propiciar. Y sus funcionalidades son posibles gracias a DFL Observatorio. No sé sobre ustedes, pero con lo que yo he podido conocer hasta ahora, no puedo esperar para ver lo que esta nueva versión en desarrollo será capaz de ofrecer.
Referencias
AENOR (2018): Gestión de la I+D+i: Sistema de vigilancia e inteligencia. UNE 166006:2018. Asociación Española de Normalización y Certificación. https://www.une.org/encuentra-tu-norma/busca-tu-norma/norma/?c=norma-une-166006-2018-n0059973
Cossío Cárdenas, Gema, Vega Almeida, Rosa Lidia, Giráldez Reyes, Raudel, Cuesta Constanzo, Enrique Atón, Peiso Cruz, Manuel Enrique & Hernánez Morua-Delgado, Masiel. (2020). Rol de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el Desarrollo de un Sistema de Inteligencia Colaborativa. XVIII Convención y Feria Internacional Informática 2020.
Davenport, Thomas H., Guszcza, Jim, Smith, Tim, Stiller, Ben. (25 de julio de 2019). Analytics and AI-driven enterprises thrive in the Age of With. Deloitte. https://www2.deloitte.com/us/en/insights/topics/analytics/insight-driven-organization.html
Moyares Norchales, Yenieris & Infante Abreu, Marta Beatriz. (2016). Elementos distintivos de los sistemas de vigilancia tecnológica en el contexto cubano e internacional. Revista Cubana de Información en Ciencias de la Salud (ACIMED), 27(3), 361-374. https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=66564
Presedence Research. (2022). Business Intelligence Market Size To Hit USD 54.9 Bn By 2032. https://www.precedenceresearch.com/business-intelligence-market#:~:text=The%20global%20business%20intelligence%20market,period%20from%202023%20to%202032
Real Academia Española. (s.f.). Observatorio. En Diccionario de la lengua española. https://dle.rae.es/observatorio
Sarmiento Reyes, Yoel Ramón, Delgado Fernández, Mercedes & Infante Abreu, Marta Beatriz. (2019). Observatorios: clasificación y concepción en el contexto iberoamericano. Revista Cubana de Información en Ciencias de la Salud (ACIMED), 30(2), e1335. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2307-21132019000200007&lng=es&tlng=es
Stable Rodríguez, Yudayly, Ortiz Núñez, Roelvis, Novo Castro, Stephany, Bernal Pérez, Leandro, & Albor Reyes, Liudmila. (2021). Observatorio Científico, Tecnológico y de Innovación de Cuba para la sostenibilidad de las ciencias. Bibliotecas. Anales de investigación, 17(3), 60-71. http://revistas.bnjm.cu/index.php/BAI/article/view/438
The Economist. (2013). Fostering a data-driven culture. The Economist Intelligence Unit. https://www.tableau.com/learn/whitepapers/economist-fostering-data-driven-culture
Van-Hau, Trieu. (2017). Getting value from Business Intelligence systems: A review and research agenda. Decision Support Systems, 93, 111-124. http://dx.doi.org/10.1016/j.dss.2016.09.019
Comentarios
Excelente descripción, me ha servido de mucho,
Muchas gracias